Cuando la pena da lastima a la tristeza, es que algo va mal.
Cuando vives en un país donde los medios nos venden a diario
una realidad programada, donde los poderosos manejan esta crisis-estafa que
tanto les beneficia, y donde tú gobierno incumple sus promesas electorales sin ningún
pudor (porque son los mismos de la frase anterior), es que algo va mal.
Si para ser autónomo hay que pagar con sangre tu negocio,
pero a los ladrones se les perdonan sus pecados en forma de “amnistía fiscal”,
es que algo va mal.
Si a los que podían comer carne y pescado todas las semanas,
lavarse las manos con agua caliente, llevar a sus hijos al dentista a arreglarles
la boca, tener una cama donde dormir y un techo donde guarecerse… si a todos
esos ahora les dicen que vivían por encima de sus posibilidades, es que algo va
mal.
Si a los bancos (los que realmente han vivido y continuaran
viviendo por encima de sus posibilidades) se les rescata con nuestro dinero, y
a las familias se las desahucia sin darles alguna alternativa real, es que algo
va mal.
Y si encima nos han convencido de que comer carne y pescado,
tener agua caliente, llevar tu hijo al dentista, y tener una cama donde dormir,
es un lujo, entonces es que algo va realmente mal.
Porque, sí, claro que alguno hubo que mancho de escayola y
cemento el Mercedes que compro creyéndose un “Díaz Ferran” de la vida. Porque,
sí, a mi también me enterró en dinero algún amigo mío que creyó ser por
momentos el amo del pueblo, y al que ni antes envidiaba, y ahora es imposible
envidiarlo. Y, sí, también hubo quien hizo mansiones con el dinero del banco,
creyendo que el banco era poco menos que suyo.
Pero la realidad es que en la “España del todo va bien” la mayoría
continuábamos sin mansiones, yates, grandes coches, ni lujos. La realidad es
que seguíamos llevando nuestros hijos al campo los fines de semana a comer una
humilde tosta con sardinas, e íbamos a trabajar solo para subsistir.
Ahora nos niegan el pan, la vivienda, el trabajo… mientras,
ellos, los poderosos, nos convencen de que poder aspirar a tener sus mismos
privilegios y prebendas, no esta bien. Que si naces en familia humilde, debes
ser humilde toda la vida, y si es posible tan humilde (incluso pobre mejor),
que te conformes con sus migajas. Que eso de la sanidad gratuita (no dice lo
mismo mi nomina todos los meses, gratuita no ha sido nunca) y la educación
publica, no es posible. Mejor privatizarlas, que ya ellos se encargaran de gestionarlas
para ganar mas dinero. Que ser rico (que no feliz, son tan pobres que solo
tienen dinero) es un derecho de pernada exclusivo de su casta.
Que no te engañen, solo les interesa su poder, para ellos
solo somos mano de obra barata y borregos a los que esquilar.
No contamos para ellos.
Salvo, claro está, en campaña electoral.